La era de la partidocracia fue tremenda. Durante mucho tiempo pensamos que
no sobreviviríamos. Que el peor vaticinio, totalmente falso pero repetido una y
otra vez, de Mariana de Jesús, se haría realidad: no sería un terremoto lo que
acabe con el Ecuador sino los malos gobiernos. Y, justamente, cuando pensábamos
que el laberinto de eso que llaman la larga y oscura noche neoliberal no
tendría salida, pudimos ver una luz verde al final del túnel.
De un planchazo, se terminó la era de los caretucos, los retardatarios,
las gorditas horrorosas, la prensa mediocre y corrupta. El Ecuador en el que vivimos
es absolutamente diferente.
Somos, ante todo, soberanos. Esa es nuestra característica principal. ¡Que
nadie nos venga a decir lo que tenemos que hacer! Y si en nuestra inmensa
soberanía tenemos una que otra contradicción: no importa. Esto, entiéndanlo de
una vez, es una revolución y no hay tiempo para debilidades.
Quemarnos las manos por nuestros primos mentirosos son los gajes de la
época de nuevos vientos. Además, un título falso no más fue. Ni que fuera el
fin del mundo. La prensa vendida a los sectores económicos nos hace problema
por tonteras, como el marco teórico de la tesis, pues fue Rincón del Vago el
que plagió y no al revés.
Y sí, 23 millones no más son los del ATPDA. Esa cantidad es irrisoria. Que
se la queden los gringos, de algo les ha de servir. Que se lo gasten en
derechos humanos y toda esa cantaleta. La revolución tiene mucho dinero, mucho
más de 23 millones. Y si se nos acaba, nos queda el Yasuní.
Se terminó el linchamiento mediático de la prensa privada. Ahora eso es
monopolio del Gobierno, les guste o no les guste. Y si es necesario que Assange
pase 20 años en nuestra Embajada de Londres, no importa: la revolución durará
muchísimo más.
Lo más importante, por ahora, es traer a
Snowden. Aquí lo vamos a proteger. Le vamos a garantizar su libertad de
expresión. Pero, claro, siempre y cuando sean los gringos los perjudicados.
¡Que ni se le ocurra a Snowden filtrar nuestra información! ¡Eso sí que sería
traición a la patria y terrorismo!
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