13 dic 2009

Foro "Las Corridas de Toros: ¿Arte o Tortura?"


El escritor y poeta romanticista de la Francia del siglo XIX, Víctor Hugo, decía:
“Es fácil ser bueno, lo difícil es ser justo.”

Buenos días a todos:

Hace poco, cuando las fuerzas de opresión y represión detuvieron al hombre más justo del mundo, un periodista que se atrevió a lanzar un zapato, en señal de desprecio y desaprobación, al hombre más injusto del mundo, quién por coincidencia, era presidente de la primera potencia mundial, el escritor uruguayo, Eduardo Galeano, se preguntaba: ¿Es justa la justicia?

Ahora, frente a las miles de dudas que nos asaltan, pienso que deberíamos preguntarnos: ¿Es libre la libertad? La semana pasada nuestra ciudad cumplió 475 años desde su fundación española en 1534. Desde entonces la cultura española se impuso en la concepción de la vida, la educación, las costumbres y tradiciones de Quito, hasta el punto de volverse propias para su población. El motivo que nos convoca esta mañana, es realizar una reflexión profunda sobre lo que conocemos y especialmente sobre lo que no conocemos de las corridas de toros, la Feria Taurina Jesús del Gran Poder. Pero, ¿Cuál es el punto en común que tienen los toros, los toreros, la justicia y la libertad en esta discusión?

Pocos años atrás hablar de oposición a las ferias taurinas significaba oponerse a la tradición y, por ende, a la cultura de una ciudad. En los albores del siglo XXI la realidad ha cambiado y el debate social sobre las corridas de toros ha generado polémica. Por un lado están los defensores de la tauromaquia, quienes la reivindican como la expresión artística más intensa y autentica de los humanos, poniendo en escena la metáfora de la vida que resulta ser una cuerda floja debajo de la cual está la muerte. Para ellos la intimidad que existe entre el torero y el toro al entregarse mutuamente a riesgo de todo es la justificación de ambas existencias. Pero, por otro lado, se plantea una alternativa que defiende exactamente lo contrario, me refiero a todos aquellos quienes consideran que el arte taurino no es arte, sino la manifestación más reprochable y degradante del humano, que resulta ser un individuo lleno de crueldad, el mismo que encuentra placer y satisfacción en la masacre a un animal inocente.

Ambas visiones son validas, lo importante es generar polémica, discusión y a consecuencia de ese conflicto: democracia. No tengamos miedo a la polémica, más bien busquémosla y conquistémosla, porque el momento en que todos estemos de acuerdo habremos dejado de pensar. Así es cómo la discusión sobre las corridas de toros se convierte en un debate sobre las libertades individuales de las personas, porque resulta muy fácil defender las libertades que queremos practicar en nuestras vidas, pero nos es muy difícil aceptar que por más que nos disguste, quienes nos rodean también tienen libertades que no podemos restringir por capricho.

En nombre de quienes conformamos el Consejo de Alumnos y los Consejos de Curso quisiera agradecer de la manera más sincera, en primer lugar, a los expositores que nos acompañar con el fin de explicarnos sus puntos de vista de lado y lado, para que de esta forma saquemos nuestras propias conclusiones. Es preciso agradecer también a la profesora María Fernanda González por su colaboración como moderadora, a mis compañeros de Escuela de Lideres que estuvieron a cargo de la logística y el protocolo, y obviamente a cada uno de ustedes que son la motivación para que el Consejo de Alumnos no descanse en su tarea de generar discusión, debate y pensamiento.

Termino esta reflexión citando las palabras de alguien cuya razón de existencia era la búsqueda de justicia y para quién la libertad era la inspiración que le hacía luchar por lograr que la vidas de quienes le rodeaban sean dignas y alcancen la felicidad: "Sean capaces siempre de sentir, en lo más hondo, cualquier injusticia realizada contra cualquiera, en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda del revolucionario."
Ernesto Che Guevara

Muchas gracias.

Miguel Molina Díaz
Presidente del Consejo de Alumnos
Colegio Internacional SEK - Los Valles

6 dic 2009

MENSAJE EN EL PROGRAMA DE FIESTAS DE QUITO


Buenos Días a todos:

Alguna vez supe de una ciudad mágica, increíble, llena de significado, supe que existía en lo alto de las montañas y volcanes de la Cordillera de los Andes y supe también que su gente estaba loca. Me dijeron que las torres de sus iglesias se perdían en lo alto de las nubes, esa ciudad estaba dotada de un estilo barroco que era igual al alma de su propia gente: llena de alegría, originalidad y endereza. Escuche un sinfín de leyendas y cuentos fantásticos sobre personajes que habían dejado sus huellas en las delgadas calles de esa ciudad, como un constructor indígena que pactaba con el diablo en persona o un sacerdote que se iba de farra sin importarle los reclamos del mismísimo Dios. Pero también me dijeron que esa ciudad estaba dormida, su población dormía en el sueño profundo que le provocaba la altura, el soroche de los Andes, y por eso todos vivían en el delirio y la locura de prejuicios, costumbres e hipocresías.

Sin embargo a veces esa población adormecida se despertaba, habría los ojos y cuando recuperaba la conciencia, hacía que el mundo entero tiemble a su paso. En esa ciudad habitaban duendes, uno de ellos era medico, periodista, bibliotecario, escritor… A Eugenio los más de 2 mil metros sobre el nivel del mar no le hacían delirar, por eso, cuando encendió la llama de la luz libertaria en medio de la oscuridad opresora de la colonia, esa llama se sintió en toda América como un Grito encandecerte que clamaba independencia y libertad. Ese aullido fue el primero de ese estilo en el continente. Después, cada cierto tiempo los habitantes de la ciudad dormida se despertaban para poner fin a tiranías y emprender sus sueños. Lo cierto es que esa gente había heredado la sangre de sus leyendas, la sangre de un tal Rumuñahui, un general indio que prefirió incendiar aquella mágica ciudad antes que permitir que cayera en manos de sus enemigos. Ese indio, al igual que el duende Eugenio, era un forajido y estaba loco. Por eso todos los habitantes de ese romántico y trágico lugar también lo estaban.

Absolutamente incrédulo me aventure en la búsqueda de esa ciudad llena de fantasías, y solo me bastó con abrir los ojos para descubrir el espejismo que Quito provoca estando situada tan cerca del cielo, de las nubes y las estrellas. Ese cielo enamorado se extiende rojo de furia sobre las montañas y las cabezas de las miles de vidas que habitan la ciudad dormida. El espíritu de la ciudad conserva una capacidad de asombro tan fuerte que enloquece a sus habitantes, nos hace perder la razón y nos condena a disfrutar de un Quito que forja la historia política de un país y de un Quito del que no podemos escapar porque somos parte del espíritu de esa ciudad llena de magia.

El Consejo de Alumnos les da la más cordial bienvenida al Programa que hemos organizado con motivo de la fundación española de nuestra ciudad, hace 475 años. Esperamos que todos ustedes, compañeros queridos, disfruten de este evento y tomen la decisión de que el delirio que nos adormece no sea eterno, como es la belleza de nuestra urbe, sino que seamos capaces de abrir los ojos para construir la historia forajida que nuestro Quito y nuestro país se merecen.

Alguna vez pensamos que Quito era un sueño tan hermoso que apenas podíamos pronunciar su nombre para no despertar y apenas podíamos tocarla con las yemas de los dedos para no dejar de sentirla, hagamos que ese sueño de libertad, que es Quito, sea parte de nuestras vidas.

Miguel Molina Díaz
Presidente del Consejo de Alumnos