¿Qué es el liderazgo? Considero que responder esa incógnita es uno de los retos con los que inicia este siglo pero creo también que la pregunta correcta debe ser: ¿Cuál es el liderazgo que buscamos y necesitamos en el siglo XXI? Sospecho que el tiempo en el que estamos viviendo y creciendo, se convierte en la época de la destrucción de los tabúes y ojala en la época del debate de los grandes temas. En pocos días ustedes elegirán a sus representantes estudiantiles y se conformará el Consejo de Alumnos, es importante que su voto responda la pregunta sobre cuál es el liderazgo que buscamos y necesitamos, no solo en el colegio sino en el país y en el mundo, para pensar en la democracia como la posibilidad de vivir en una sociedad donde podamos cumplir nuestros sueños y ser felices.
El liderazgo que se debe construir en el siglos XXI ya no es el de los personajes iluminados, salvadores, como Neo en la película Matrix, hábiles para todo como Indiana Jones, o simplemente los que dan efusivos discursos y frases celebres, de los que está llena nuestra historia. Más bien parece ser que el liderazgo de hoy debería ser un liderazgo colectivo, grupal e impersonal. Así como cambian los intereses de las personas, cambian las aspiraciones de las sociedades. El mundo actual surge en medio de palabras como iPod, reggaetón, facebook,... El liderazgo de hoy en día debe ir de la mano con nuestra realidad actual, debemos dejar de buscar líderes de masas y convertirnos en masas que lideren los grandes cambios que la humanidad requiere. Vemos entonces que los líderes no son más que facilitadores de procesos conjuntos, procesos con una visión amplia del mundo, del presente y del futuro, y son estos liderazgos los que deben asumir el desafío de terminar, en este siglo, con la discriminación en todas sus formas, liderazgos que se encarguen de cuidar el medio ambiente y la naturaleza, luchar contra el SIDA y la desinformación, lideres que se atrevan a hacer grandes planes, a escribir y que apuesten a la creación, que den vida a movimientos musicales para, como Lenon, imaginarnos que no hay nada por lo cual matar o morir, imaginarnos a toda la gente viviendo la vida en paz, si posesiones, codicia o hambre. Es posible que para respondernos la pregunta sobre el liderazgo, debamos creer que tal vez Bob Dylan tenía razón y “The answer, my friend, is blowin' in the wind, the answer is blowin' in the wind.”
Cuando se me invitó para participar en este minuto cívico, con un tema tan importante, lo primero que se me ocurrió fue que el liderazgo es la capacidad de plantearse grandes objetivos, metas y sueños, y dedicar la vida al cumplimiento de cada uno de ellos, en vista de los perversos acontecimientos que hace poco nos desilusionaron como país, nos dejaron sin protección en las calles, secuestraron al Presidente de la República e impusieron el uso de la fuerza y la violencia, creo que es necesario redescubrirnos en la palabra Ecuador y por eso, deseo terminar con las líneas de nuestro poeta Jorge Enrique Adoum de su texto Creo en un País, donde invita, o desafía, a construir el Ecuador que anhelamos y en el que creemos.
“Creo en un país donde el joven sea respetado como el adulto, la mujer como el varón, el pobre como el rico, el indio, el negro y el mestizo como el blanco, es decir un país donde no haya más privilegiados que los niños.
Creo en un país donde la armonía de palabras, sonidos, cuerpos, formas y colores sea el milagro repetido cada día para todos y entregado a manos llenas, como lluvia, como sueños, como panes.
Creo en un país donde seamos capaces de mirar por sobre el hombro la ruina que queda a nuestra espalda, y construyamos un paisaje luminoso para todos, porque vamos a la luz que esta adelante y nos espera al final del túnel largo.
Creo que ese país es éste.
Creo en este país.”